1. Consumir golosinas por antojo no es necesariamente perjudicial. Sin embargo, cuando se convierte en un hábito y lo hacemos automáticamente para aliviar el estrés, premiarnos, etc., sin considerar cómo nos afecta o por qué lo hacemos, ya no es saludable.
2. Las dietas estrictas pueden causar deficiencias nutricionales, pérdida de masa muscular, riesgo de trastornos alimentarios y desequilibrios hormonales.
3. Cuando comienzas a incorporar más nutrientes en tu desayuno y en la media mañana, te sentirás saciada y satisfecha, lo que hará que desaparezcan los antojos constantes de dulces.
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